A 42 años de la Guerra de Malvinas
DE LOS PIBES DE MALVINAS QUE ¿JAMÁS OLVIDARÉ?
Por Beatriz Chisleanschi
Hoy, 2 de abril, se cumplen 42 años de esa guerra absurda a la que, una dictadura que estaba en caída y un presidente de facto con algunos whiskys de más, decidió emprender en pos de recuperar las Islas Malvinas, ocupadas un 3 de enero de 1833 -hace 191 años atrás- por fuerzas británicas quienes instauraron medidas restrictivas para evitar que población argentina se asiente en el lugar.
Desde entonces todos los gobiernos argentinos, excepto el de los genocidas de la última dictadura militar, han reafirmado ininterrumpidamente sus legítimos e imprescriptibles derechos soberanos sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes.
La soberanía argentina sobre las Islas Malvinas no parece ser una causa que interpele al gobierno de La Libertad Avanza, recordemos que el presidente Javier Milei se encargó de remarcar, durante la campaña presidencial, su admiración por Margaret Tatcher, la Primer Ministra Británica que a la sazón lideró la Guerra de Malvinas en 1982 y ya, en calidad de primer mandatario, se reunió en la Cumbre de Davos con el ministro de Asuntos Exteriores del Reino Unido, David Cameron quien declaró que «la soberanía (de Reino Unido) sobre las Islas Malvinas no está en discusión», previo al viaje de éste último a las Islas del Atlántico Sur. También, en plena pandemia, la actual ministra de Seguridad, Patricia Bullrich en su defensa por las vacunas del laboratorio Pfizer señaló: “Pfizer no pidió los hielos continentales, ni las Islas Malvinas, bueno, las Islas Malvinas se las podríamos haber dado”, en una clara actitud de desprecio no sólo hacia un reclamo histórico sino a quienes dejaron la vida en defensa de nuestros derechos sobre esas tierras.
La riqueza ictícola, el potencial petrolero, la alta concentración de plancton y las disputas geopolíticas entre China y Estados Unidos son algunos de las causas por las cuales Gran Bretaña defiende con uñas y dientes su soberanía sobre las Islas y EE.UU. tiene interés particular también en ese lugar tan geográficamente austral, pero con tanta valía.
Así es que, hoy, justo hoy, cuando recordamos a los 650 soldados caídos en esa guerra absurda, y a los cerca de 350 ex combatientes que se suicidaron posteriormente, llega a la Argentina la Jefa del Comando Sur de Estados Unidos, Laura Richardson para reunirse con el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y el ministro de Defensa, Luis Petri, con el objetivo, según dicen, de diseñar una estrategia común y establecer una alianza geopolítica entre ambos países a sólo fines de ponerle un freno a los planes expansionistas de Xi Jinping en la región y la base espacial que China estableció en Neuquén.
Richardson no oculta su interés particular por América Latina y así lo dejó claramente expuesto cuando el año pasado destacó el triángulo del litio por tener las reservas petroleras más grandes; a Venezuela por ser poseedora de cobre, oro y petróleo; los bosques de la Amazonia considerados los pulmones del mundo y, en un planeta donde el agua dulce está en escasez, el reservorio de este tipo de agua que asciende al 31% del total de agua de la existente mundialmente y que también se encuentra en tierras latinoamericanas.
Hace dos años atrás, cayéndose el 2022 todo el pueblo argentino se unía en ese aliento a la Selección Argentina donde, en una de sus estrofas recordaba con entusiasmo a «los pibes de Malvinas que jamás olvidaré», hoy esa afirmación se vuelve pregunta «¿Qué jamás olvidaré?». Todo parece indicar lo contrario.
De poemas y Memorias
En Revista PPV no olvidamos por eso traemos la voz del ex-combatiente de Malvinas, periodista y ex director del Mueso Malvinas, Edgardo Esteban, quien escribió en este 42º aniversario de la Guerra un poema titulado «Escritos en el viento»