DE JUANA MANSO A LA ACTUALIDAD: EL ROL DE LA EDUCACIÓN POPULAR FEMINISTA

DE JUANA MANSO A LA ACTUALIDAD: EL ROL DE LA EDUCACIÓN POPULAR FEMINISTA

Por Amarú Varela

Este 26 de Junio, se cumplen 201 años del nacimiento de Juana Paula Manso de Noronha, precursora de la educación popular latinoamericana.

Aún hoy invisibilizada, Juana Manso, aparte de haber sido maestra, fue periodista y traductora.

En un período en el que la educación pública para las mujeres no existía en el país, Manso aprendió a leer, a escribir y a pensar gracias a su padre, un ingeniero malagueño de ideas liberales. Autodidacta en su propia educación, a los 14 años tradujo al francés dos libros que su padre le había acercado.

Juana Manso pasó a la historia como colaboradora fiel de Domingo Faustino Sarmiento, ideando  su campaña presidencial y promoviendo un modelo educativo asociado a los principios de la libertad e igualdad.

Entre 1852 y 1854, dirigió en Brasil O Journal das Senhoras, el primer periódico de Latinoamérica destinado al público femenino.

En 1854 creó la revista cultural “Álbum de Señoritas”, dirigida al público femenino de Buenos Aires, muy similar al diario brasileño, ya que en ambos, la temática se centraba en la moda, la literatura y el teatro. El nombre elegido no fue al azar, sino que conlleva una carga valorativa que no podemos ignorar: desde su nombre intenta separar a la mujer del hombre, en tanto señorita y no señora. Este proyecto sólo duro ocho números y su “fracaso” devela la respuesta machista de la época a las voces de las mujeres, siempre calladas por la voz masculina dominante.

Si bien Manso no redactó ni editó el primer periódico femenino de la época, sí fue la primera persona dedicada al periodismo porteño que se atrevió a integrar asuntos políticos con otros de índole literaria en una misma publicación.

Recordemos que el primer periódico argentino redactado por una mujer fue La Aljaba, en 1830, su autora –quien trabajaba aparentemente sola– era Petrona Rosende de Sierra. La Aljaba fue también el primer periódico dedicado al público femenino editado en el país. Aparecieron un total de dieciocho números.

Juana Manso expresó en el siglo XIX la necesidad de educar a la mujer, preparando el terreno para las futuras conquistas que se dieron antes de terminar el siglo. Además, fue la primera persona que pronunció conferencias de carácter cultural y pedagógico en el país, y como si fuera poco, cobró dinero para hacerlo.

En la literatura se la considera una de las precursoras de la novela hispanoamericana. En 1854 se conoció su primera novela publicada en Argentina que tituló “La Familia del Comendador”.

En 1869 fue designada como Vocal del Consejo de Instrucción Primaria, órgano del Departamento de Escuelas creado por Sarmiento, siendo así la primera mujer argentina en desempeñar un cargo político de importancia.

Más adelante, Sarmiento nombra a Juana Manso como Directora de una escuela mixta en el barrio porteño de Monserrat, donde pudo desarrollar nuevos planes de estudio.

El fin de su vida, la encuentra pobre y olvidada. Juana fallece en en 1875 a sus 55 años, dejando tierra fértil para las luchas por la emancipación de las mujeres, no sólo en el ámbito de la educación.

El rol de la educación popular

En la educación popular feminista, las educadoras populares se asumen como parte del proceso de deconstrucción y transformación. No se colocan fuera. Logran establecer relaciones políticas con las mujeres y disidencias que participan en los procesos formativos y su manera de estar y conducir trasluce otras formas de ejercicio del poder. Su forma de desempeñar el rol que les corresponde no jerarquiza a las participantes; no las incita a asumir posturas clientelistas y complacientes.

Más que facilitadoras, las educadoras populares son acompañantes de procesos de gestación de nuevas miradas y nuevas prácticas. Desde una ética feminista, se disponen para propiciar procesos de interaprendizaje, en los que logran mancomunar sus conocimientos y experiencias con las participantes.

Una educación popular tiene una perspectiva política feminista cuando:  evidencia y denuncia sistemáticamente las opresiones de las mujeres y disidencias por su condición de género en el marco de las relaciones de poder patriarcales, en todas las dimensiones de la vida personal, social y en la relación con la naturaleza; visibiliza relaciones de poder patriarcales que han sido naturalizadas; desafía permanentemente el pensamiento binario dicotómico, impugnando la división público-privado; naturaleza-cultura; productivo-reproductivo/no productivo; económico-no económico; trabajo-no trabajo; objetivo-subjetivo; hombre-mujer y por último cuando evidencia y cuestiona la heteronormatividad y heterorrealidad presente en los procesos de conocimiento y de transformación de la realidad.

La brecha educacional en el mundo

Hoy en el mundo y, según la información de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), amén de los logros alcanzados, existe un mayor número de niñas sin escolarizar que de niños -16 millones de niñas nunca irá a la escuela- y las mujeres representan dos tercios de los 750 millones de adultos que carecen de conocimientos básicos de alfabetización.

Entre los numerosos obstáculos que impiden a las niñas, mujeres y disidencias ejercer su derecho a estudiar, obtener un diploma y beneficiarse de la educación, se encuentran la pobreza, el aislamiento geográfico, la pertenencia a una minoría, la discapacidad, el matrimonio y el embarazo precoces, la violencia de género -en todas sus formas- y las actitudes tradicionales relacionadas con el rol cultural de las mujeres.

“Por qué reducirla al estado de la hembra cuya única misión es perpetuar la raza?…

Por qué cerrarles, las veredas de la ciencia, de las artes, de la industria,

y así hasta la del trabajo, no dejándole otro pan que el de la miseria, ó el otro mil veces horrible de la infamia?”

Juana Manso (1819-1875).