CIRO GOMES: “PROPONGO UNA AMPLIA ALIANZA DE CENTRO IZQUIERDA”
Por Miguela Varela
El pasado viernes 8 de junio, Ciro Gómes brindó una Conferencia Magistral titulada «Un diálogo sobre el futuro con jóvenes brasileros y argentinos», en la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA. Además, concedió una conferencia de prensa donde reflexionó sobre el rol de Lula, el Partido de los Trabajadores (PT) y la crisis política y económica.
El candidato y la sombra de Lula
Ciro Gómes fue Ministro de Integración Nacional durante la administración de Lula, diputado y gobernador por el Estado de Ceará, Alcalde de Fortaleza y ministro de Finanzas en el gobierno de Itamar Franco. Actualmente es uno de los precandidatos a presidente por el Partido Democrático Laborista (PDT).
Si bien en las últimas encuestas Gomes no supera el 11% de la intención de votos, su perfil crece e intenta disputar las preferencias entre los candidatos progresistas.
La proscripción de Lula es el escenario donde se desarrolla la disputa electoral, donde todos los candidatos se definen con respecto a su figura. Así también lo hace Gomes en un intento desesperado por captar los votos del PT. Consultado sobre la candidatura de Lula y, en un intento por ser medido, expresó: “Hace 16 años que el ex presidente Lula asumía el poder en Brasil y, desde ese momento, lo apoyé todos los días. Y todas las veces que hice algún comentario que desagradó a una parte de la burocracia del PT, fui intensamente criticado. Entonces, desde ese momento en adelante, comprendiendo el trauma y teniendo respeto por el momento que el PT está atravesando, me reservo ahora el derecho a no hacer ningún comentario sobre el PT. El PT tiene sus tiempos, sus prácticas y yo tengo los míos”.
Luego, realizó algunas reflexiones sobre la formación de un frente común con el PT, pero dejó de lado esa posibilidad “por humildad y respeto frente a los compañeros del PT ante este momento traumático”. Además, remarcó que “lo que está en discusión en estos días no es la suerte del PT, sino la suerte del Brasil. Entonces, propongo una amplia alianza de centro izquierda que reúna, en la práctica, una agenda concreta sobre la base de los intereses de quienes producen y de quienes trabajan”.
El mercado está al acecho
La mano visible del mercado actúa siempre y más, cuando sus intereses están en peligro. Por eso, ante la inminencia de las elecciones de octubre y con la incertidumbre de sus resultados, los mercados financieros apuestan a desestabilizar la economía. Es por esto que, hace unos días, comenzó una fuerte desvalorización del real que fue frenada por la intervención del Banco Central con más de 5000 millones de dólares. Al respecto, el economista brasilero Pedro Rossi lo sintetiza con mucha claridad cuando explica que el grado de volatilidad de la moneda brasileña tiende a agravarse en el período electoral, ya que lo mismo sucedió en los años 2002, 2014 y así será en 2018. Y lo peor es que esta práctica antidemocrática funciona: los candidatos favoritos se doblan a las demandas del mercado con miedo a la inestabilidad que puede generar.
Sin embargo, Gomes consideró que se trata de un fraude más de parte del mercado financiero para ganar dinero, y explicó que “Esta semana el dólar se valorizó en un promedio de un 1,5% en todos los mercados mundiales, contra el euro, contra el yuan, contra el rublo, contra la libra. Porque parece que la política de tasa de interés negativa de los Estados Unidos se va a sincerar. O sea, todo indica que los americanos van a interrumpir 10 años de tasa de interés negativa para comenzar una escalada de intereses más altos. Luego, la moneda brasilera de valorizó un 6% que especulan contraen un día”.
Por último, reflexionó sobre los modelos económicos que están en juego argumentando que “hoy hay una discusión entre un conservadurismo neoliberal tropicalizado, que tiene particularidades absolutamente únicas, y un modelo de economía política que responde al desarrollo y a la distribución de la renta”. Al respecto, ilustró la situación con algunos datos económicos como la deuda pública brasilera que asciende al 80% del PBI, las 13 millones de personas desempleadas y los 34 millones que trabajan en la informalidad. “Sólo en los últimos 6 meses, Brasil destruyó 570.000 empleos formales. Pero esto no es un problema de coyuntura, sino de estructura. En la década de 1980, un tercio de la riqueza brasilera era producida por la industria, y hoy eso representa apenas el 11%”, aseguró.