CHABÁN: EL HOMBRE QUE LE ABRIÓ Y LE CERRÓ LA PUERTA AL ROCK

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CHABÁN: EL HOMBRE QUE LE ABRIÓ Y LE CERRÓ LA PUERTA AL ROCK

Hace dos años, dejaba de existir uno de los personajes más contradictorios de la escena cultural argentina… Omar Chabán. Un tipo que supo abrirle la puerta al rock y a la escena under teatral de la década del ’80 y que también supo cerrársela el 30 de diciembre de 2004 en Cromañón.

Por Javier Tucci

Omar Chabán será por siempre odiado y amado pero también recordado como el mentor de Zero Bar, Café Einstein y Cemento. Patricio Rey, Sumo, Soda Stéreo, Los Twist y un sinnúmero de artistas y bandas le deben muchísimo.

Mencionar su laburo es también sacar a la luz que cada habitáculo que regenteó fue una bomba de tiempo, porque cualquiera que haya visitado Cemento, aquel mítico antro del rock under porteño, se acordará que cuando ibas al baño y te apoyabas en la pared para desagotar la cerveza acumulada de la noche, pataditas eléctricas te despabilaban para que continúes rockeando.

¡Pura suerte! -desprendimiento inédito de Patricio Rey- eso es lo que tuvo Chabán, teniendo en cuenta que ningún otro reducto de los grandes que administró terminó en tragedia.

De más está decir que sin él el rock argentino de los ’80, un momento cultural de culto, no hubiera sido lo mismo. Muchxs artífices de aquella década dorada aseguran  que era quien daba oportunidades a todos, era el tipo que, si no te alcanzaba la guita para ver una banda, te dejaba entrar igual, el que si la banda que tocaba una vez no recaudaba lo necesario para la repartija, te daba la posibilidad de seguir intentando.

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En fin, Chabán fue un necesario e innecesario en la cultura, porque lasmadres de las 194 víctimas de Cromañón lo recordarán como uno de los asesinos de sus hijos, y muchos además lo recordarán también como uno de los asesinos de la cultura, porque la falta de seguridad es un tema indispensable para la creación de la misma.

Las contradicciones son parte de su oscura historia, la misma que lo llevó a la muerte, porque fue su culpa lo que lo llevó a la muerte.

Omar… quiero dinero, quiero dinero, le estará exigiendo un tal Luca. Justicia, divina, aunque no creamos en su existencia, le exigirán 194 vientitos que perdieron la vida por ¿su negligencia e impunidad? Todo será guardado en la memoria, sobre todo, de los que lo amaron, y de los que lo odiaron también.