CABALLITO PLANTA MEMORIA

CABALLITO PLANTA MEMORIA

Por Ana Belén Marrello

Durante la tarde del lunes 22 de marzo el cielo amenazaba con lluvias sobre la ciudad de Buenos Aires. Sin embargo, aguantó encapotado. Por momentos, algunos rayos de sol se asomaron entre las nubes. Las personas que iban llegando a Plaza Irlanda se saludaban y al no conocerse se preguntaban lo que parecía ser una especie de contraseña: “¿Venís a plantar los árboles?”.

En el barrio porteño de Caballito, organizaciones sociales, políticas y vecinales se juntaron para llevar adelante la consigna propuesta este año por los organismos de derechos humanos: “Plantamos Memoria”. El lugar elegido fue sobre la calle Almirante Francisco José Seguí, al lado de la Asociación de Vecinxs y Jubiladxs. Hoy crecen allí dos nuevos árboles nativos: un fresno y un tala.

“Este año es el segundo que nos agarra en pandemia, pero como siempre los organismos, las Abuelas, las Madres, Hijos, Familiares nos siguen marcando el rumbo. El año pasado fue con los pañuelos blancos en las puertas de nuestras casas, en las ventanas, en los balcones. Este año, desde lo simbólico es muy fuerte. Plantar árboles, semillas, que son de alguna manera también la continuidad de que todo lo que nos tocó vivir como sociedad, como Argentina, a pesar de lo doloroso, a pesar del horror, sigue floreciendo, sigue creciendo y sigue habiendo futuro”, expresó Osvaldo Balossi, comunero por el Frente de Todxs y agregó: “Porque hay memoria, porque hay verdad, porque sigue habiendo justicia a pesar de que seguimos buscando a nuestros hermanos mayores, como les decimos mi generación, a los nietos, a las nietas que siguen apropiadxs hoy en día”.

Comenzaron a llegar mujeres con galeras coloridas, con plumas y brillos, y niñes con pantalones de raso con flecos. También un joven portando un bombo con su platillo. Una vecina que pasaba preguntó si se trataba de un encuentro de murgas. Nostálgica, quizá, de un poco más de un año atrás cuando no había llegado el Covid y se podía celebrar el carnaval. Es que, al cierre del encuentro, la murga “Los protagonistas del carnaval” levantó con sus bailes, saltos y percusión el ánimo de lxs presentes. Antes, compartieron la lectura de un documento.

Algunos metros más adelante, un grupo de personas se disponía a cortar, unir y pegar fotos de detenidxs desaparacidxs impresas en blanco y negro. Se trata del proyecto fotográfico conocido como “Ausencias”, del fotoperiodista y editor gráfico Gustavo Germano que retrata, con más de 30 años de distancia, a la misma familia, pareja o grupo de amigues, en una situación similar a la anterior, pero sin la presencia del/lxs ser/es queridx/s, víctima/s del Terrorismo del Estado. Las imágenes fueron colgadas de a pares sobre las rejas que rodean la plaza. Manu, uno de lxs organizadorxs, invitó desde el micrófono a seguir participando, luego, de esa intervención en el espacio público.

“Hayamos pasado en carne propia la historia, o no, hay una sociedad que está reconociendo una vez más, ante el negacionismo, que existe memoria. El hecho de poder plantar una semilla representa lxs 30.000. En este caso vamos a plantar dos árboles, y de alguna manera la semilla de ellxs va a quedar sembrada en esta plaza”, aseguró Tatiana Sfiligoy, primera nieta recuperada por Abuelas, vecina e integrante del espacio Caballito por la Memoria. “Creo que es imprescindible que todo el pueblo argentino se comprometa con esta lucha por los 30.000 y por los 400 nietxs de Abuelas de Plaza de Mayo que todavía falta encontrar”, agregó. Más tarde, Tatiana dedicó la siembra, como un acto de amor, vida, militancia y alegría, a sus xadres biológicxs detenidxs desaparecidxs, Mirta Graciela Britos y Oscar Ruarte.

Una pala comenzó a circular de mano en mano, entre todxs lxs que se animaban a levantar un poco de tierra para cavar los pozos donde irían los plantines. Parecía una ceremonia donde todes estaban en comunión entre sí y con la pacha. Luego de trasplantar cada uno de los árboles, que no superaban el metro de alto, y ubicarlos con tierra firme alrededor, se producían murmullos y aplausos. El público habitual, que trotaba alrededor de la plaza, lo hacía sin dejar de observar con curiosidad lo que ocurría del otro lado de la reja.

Raúl, vicepresidente de la Asociación Vecinal de Plaza Irlanda, celebró la actividad y afirmó que servirá para que las nuevas generaciones no se olviden del genocidio perpetrado en nuestro país y para que no ocurra nunca más, ni en Argentina ni en ningún lugar del mundo. “El tema no empezó el 24 de marzo del 76 sino antes. En el 74 tuve que dejar la Facultad de Ciencias Económicas porque me sentí perseguido y amenazado y varios compañeros desaparecieron. Así que recordemos esto con mucha fuerza, y voy a usar las palabras Nunca Más”.

Tomás, de Lxs Irrompibles, contó al micrófono que por parte de su mamá tiene un familiar desaparecido y que se le inculcó de muy chico lo que significó la dictadura, el genocidio y el Terrorismo de Estado. “Soy parte de una organización que tiene militantes de varias ideologías. Venimos del radicalismo, del peronismo, del socialismo, de la izquierda democrática. Me parece que lo importante es eso y combatir a la derecha que estuvo cuatro años negando algo que es tan evidente”, manifestó y concluyó: “Tenemos que seguir el camino de las Madres y de las Abuelas que nos enseñaron que, con solidaridad, con esfuerzo y con paz; sin violencia, podemos combatir a la derecha y a la ultraderecha que ahora vienen por todo”.

Lorena, de Nuevo Encuentro, agradeció a sus compañerxs del Frente Ambiental, también presentes durante la jornada en que se celebró el Día Mundial del Agua. “Me llena de alegría ver a varias generaciones. Me encanta ir todos los años a la marcha del 24, como a varixs de lxs que estamos acá. El año pasado fue una amargura no poder estar ahí y de alguna manera este año nos sentimos unidxs de la misma manera y con la misma energía con que nos sentimos en esas marchas, plantando un árbol. Las Madres, las Abuelas nos dieron este desafío, de juntarnos para plantar un árbol y plantar memoria junto con ese árbol”.

Sobre uno de los laterales de la Asociación de Jubiladxs había un cuadrilátero que contenía en su interior algunas bolsas con tierra. En la pared, al frente, se leía: “Próximamente huerta vecinal”. Lorena contó que, gracias a que Raúl les cedió un espacio, están trabajando junto con el INTA en una huerta urbana y comunitaria, e invitó a participar el sábado 27 de un taller de cultivo.

A su turno, Walter, de Peronismo Militante, subrayó: “La memoria es también como un árbol porque hay que plantar la semilla, hay que cuidarla, hay que regarla. Y si bien este año no podremos ir a la Plaza como todxs querríamos, por razones que son obvias, estamos nuevamente haciendo sonar el grito de memoria desde todos los barrios y especialmente desde Caballito, que es donde trabajamos, donde militamos, donde vivimos”.

Juan Pablo Paredes, de la Corriente Nacional de la Militancia, aseguró: “Tenemos que seguir militando para grabar a fuego estas consignas, que no son consignas vacías, porque hubo muchxs compañerxs que dejaron su vida para que podamos hoy tener esta democracia”. Por otro lado, pidió: “Pongámosle mucha garra para defender a este gobierno que lidera Alberto Fernández, porque realmente estamos pasando momentos muy duros, esta pandemia nos arrasa bastante y tenemos que consolidar este proyecto político, porque no podemos volver a permitir tener un gobierno como el que tuvimos, lamentablemente”.

El comunero Balossi anunció que el 24 habrá actividades durante todo el día, con inauguración de murales como el del Club Ferro sobre la avenida Avellaneda. Asimismo, dijo que se continuará plantando árboles en otros espacios públicos, hasta el fin de semana del 27. Mientras que el jueves 25 se colocará, por primera vez en una sede comunal, una placa con los nombres de todxs lxs compañerxs detenidxs desaparecidxs del barrio.

A su vez, Caballito por la Memoria diseñó, con la técnica de mosaiquismo, una baldosa rectangular, con el pañuelo blanco de las Madres y una hoja verde en el centro, tal como es el logo de la campaña “Plantamos Memoria”. La misma será colocada en una de las paredes de la Asociación Vecinxs y Jubiladxs de Plaza Irlanda, próxima a los flamantes árboles.

Por último, Maru, una de las referentes de la murga leyó el documento que titularon, parafraseando al poeta uruguayo Mario Benedetti, “El Olvido está lleno de Memoria”. Allí, dieron cuenta, entre otrxs aspectos, de la persecución que hubo durante la dictadura contra los espacios culturales y las murgas. También sobre cómo se manipuló y tergiversó la información pública para ocultar lo que sucedía. Como contrapartida celebraron el juzgamiento a los genocidas, la labor de Abuelas en la recuperación de nietxs y la restitución de los feriados de carnaval por parte del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, hace diez años.

Durante la actividad, estuvieron también presentes miembrxs de SOS Caballito, Casa Podestá e integrantes del Corso de Gaona.