Espionaje político judicial
BARREIRO Y LA ESTRUCTURA PARAESTATAL QUE ARMÓ LA AFI
Por María Quintero
El espía Hugo Rolando Barreiro, o Rolo, declaró ayer durante horas ante el Juez Federal de Dolores, Alejo Ramos Padilla. En la indagatoria, según trascendidos, fueron nombrados miembros de la Agencia Federal de Inteligencia y funcionarios de alto rango del gobierno nacional. También habría 3 periodistas que participaron del entramado y que fueron, como sucede con Daniel Santoro -del Grupo Clarín-, quienes daban sustento a las amenazas desde los medios de comunicación.
En primer lugar, de la declaración de Barreirio – quien el sábado declaró durante 9 horas y ayer comenzó a las 10 y terminó aproximadamente a las 20hs – se destaca que el falso abogado Marcelo D’Alessio formaba parte de una estructura inorgánica organizada por la AFI. Es decir que: ni D’Alessio se manejaba solo ni el fiscal que está aún en rebeldía, Carlos Stornelli, era el jefe último. Por otro lado, la revelación del funcionamiento de una estructura de inteligencia judicial paraestatal daría cuenta no sólo de la endeble situación en la que se encuentra actualmente el Estado de Derecho sino que volvería a mostrar una práctica de persecución judicial vivida solo en los momentos más oscuros de la historia argentina.
En segundo lugar, la declaración de Barreiro describió cómo se hizo espionaje y seguimiento sobre Giselle Robles, ex abogada de Leandro Fariña. Es que la abogada habría participado de una reunión en la que estuvieron presentes Leandro Fariña y el ministros de Justicia de la Nación, Germán Garavano. En dicha reunión se habrían establecido pautas de lo que sería la declaración de Fariña, presentado luego en muchos sets de televisión como “el primer arrepentido de la corrupción”.
Esta situación, en su momento, fue denunciada públicamente por Leopoldo Moreau, presidente de la Comisión de Libertad de Expresión, quien afirmó: “Garavano se reunió con él para prepararlo como un arrepentido falso para abrir causas vinculadas al lavado de dinero, se reunieron en su despacho».
Cabe recordar que el nombre de Barreiro apareció en la investigación sobre el ataque sufrido por el aduanero Gabriel Traficante y también en un hecho contra Gabriel Garcés, ambos casos en el mismo expediente.
Además, Barreiro fue, nada más y nada menos, que la persona que presentó a D’Alessio con el fiscal Juan Ignacio Bidone. De ese encuentro surgió la información sobre reportes de migraciones y llamadas telefónicas que terminarían la extorsión al empresario Pedro Etchebest, primer denunciante del D’ Alessiogate, uno de los escándalos judiciales, políticos y mediáticos más grave en la historia argentina. Una denuncia que destapó el funcionamiento de una red ilegal de espionaje político judicial que día a día y a medida que avanza la investigación compromete a más y más funcionarios del gobierno de Cambiemos y allegados al poder imperante hoy en nuestro país.
Hoy, Barreiro continúa declarando desde la 9 de la mañana y tratará de acogerse a la figura de arrepentido, algo que aún no sucedió debido a que recién ayer por la noche solo se había logrado un principio de acuerdo con el fiscal Juan Pablo Curi, quien durante 48 horas dilató el otorgamiento de la figura.