A 53 AÑOS DE LA MASACRE DE TRELEW
Por Damián Bottini
LA ORACIÓN DE TRELEW
(Un texto de Vicente Zito Lema)
«Como quien dice vuelve la alegría / los niños no vivirán para
la muerte /se limpiará esa bóveda que abundó en la sangre /
esa sangre de inocentes / o mejor como quien siente
que la patria es un murmullo de vientos
y de músicas sagradas
un aliento que tiembla / una arenita que se queda
para siempre en los dedos…
Señor recuerdas cuando en la cárcel de Villa Devoto
ella se subía a la ventana y miraba los cielos que nacían
detrás de los rojos cielos / tenebrosos / mal de augurios
¿Miraba la muerte que le venía pronto?
¿Miraba esos pasos que no daría?
¿Ese mar silencioso que le esperaba?
¿Pero sus ojos eran el mar / sus manos eran el fuego?
¿Su vida una esperanza que se desvanecía / una nube
de ángeles desnudos en la mañana breve…?
Señor no habrás olvidado
cuando a María Angélica la llevaron al sur (como si fuera
ganado y no dulzura)
y que en la celda de su último penal en el universo de sus
precarios días / ella acomodaba su poca ropa / leía
poemas para sus compañeros (mientras la belleza
dormía en sus brazos igual que un gato)
y planeaba la libertad como quien alza una hoguera
y esperaba alegre la llegada de cada último domingo del mes
para ahuyentar la tristeza de sus padres / su sonrisa Señor
y su gracia de mariposa que detiene sus alas en el vuelo
eran una gracia para ellos…tan mal tratados…
tan desolados…
Señor conoces toda la historia: la fuga / la toma del aeropuerto
un avión que no aterriza /su entrega a los jueces la promesa /
las fuerzas de la Marina /
sus últimas noches en la base Almirante Zar
(de espaldas al mar)
y de cómo vejaron su cuerpo de niña / su alma de niña
que anhelaba pasiones sin limosnas…
Ella estaba en un pasillo con la cabeza baja (¿y las nubes…
y las nubes…?).
llevaba sus mantas y esperaba / un nuevo interrogatorio /
una nueva crucifixión… (¿un abandono sin respuesta para el
ayúdame Dios mío…? / Un clamor de sombras que interroga:
¿Por qué me abandonaste…?
Fragmento de «La oración de Trelew», de Vicente Zito Lema. Leída en la tumba de María Angélica Sabelli. En su memoria y la de cada uno de los fusilados en la base naval Almirante Zar.