DE SARMIENTO AL TROLL
La reconversión de la derecha
Por Ludmila Centurión Girola
La educación en nuestro país está en el foco de una (otra) tormenta motivada por la decisión política de la modificación del sistema educativo. Para esto la derecha representada hoy por Cambiemos avanza sobre los derechos laborales para aleccionar y amansar a los y las trabajadores.
Los formadores de opinión ejecutaron su tarea a la perfección. Movieron ya el amperímetro político direccionando la opinión pública y dese hace algunos años han rebautizado a la Ley Federal de Educación 26.206 como “La Ley Kirchner”, intentando una suerte de prejuicio y denostación hacia dicha ley. Para la derecha todo lo que se debe demonizar debe llevar una K.

Docentes Voluntarios: una ayuda a los medios hegemónicos.
Lo que ocurrió en los últimos días es algo inédito en nuestro país. Montar un aparato comunicacional en las redes sociales para deslegitimar a los docentes, su tarea y su profesionalismo es un juego sucio y siniestro con el único fin de desprestigiar para profundizar la ofensiva neoliberal. Avanzar sobre la ciudadanía inventando voluntarios que no tienen legitimación alguna -aunque la gobernadora los quiera legitimar- .
La estrategia tiene dos grandes aristas, en una primera medida legítima una supuesta demanda social abriendo inscripciones online para los voluntarios, en una segunda instancia aborda la construcción del relato a través de una conferencia de prensa donde los funcionarios del gobierno, incluida la gobernadora, declaran el valor indiscutido de los docentes, tratando de rectificar que habrá reemplazos de docentes calificados por voluntarios sin ejercicio de la profesión.
Este intento de rectificación sin embargo, no fue por decisión del Gobierno sino que fue fruto de las presiones sociales que la comunidad docente ejerció denunciando la desprofesionalización, la precarización y el atropello a los niños y niñas.
Aún queda pendiente la rectificación del presidente de la Nación tras haber dicho en la apertura de sesiones legislativas que Roberto Baradel, quien recibió amenazas de muerte hacia sus hijos y nietos, no necesita que nadie lo defienda.
Históricamente los docentes son una fibra sensible en nuestra sociedad, motor de una organización gremial inquebrantable. Durante años las paritarias nacionales fueron una medida de equidad para los y las trabajadoras nacionales, pero además y aún más importante fueron un derecho adquirido y brindado por un estado de bienestar que hoy no está- en Argentina ya no tenemos ni siquiera un Estado de derecho desde diciembre de 2015-.
En las paritarias de este año, el gobierno pone en la mesa un techo del 18%, un techo y límite no solo para los docentes sino para la clase trabajadora en su conjunto, sin importar la central obrera o el sindicato que los nuclea.
La mayoría, el pueblo argentino.
Hoy tenemos que acompañar la lucha de las y los docentes, para no dejar avanzar al gobierno nacional y provincial sobre sus derechos. Es la responsabilidad histórica de nuestro pueblo marcarle un límite al Estado neoliberal para frenar el ultraje que está llevando adelante hacia el rol social del trabajador de la educación.
Somos un pueblo con derecho a protestar, organizarse y salir a la calle. Porque hoy el golpe es a los docentes. ¿Y mañana?Nuestras son las paritarias porque nuestros son los derechos.