LA COMUNICACIÓN TAMBIÉN ES POLÍTICA: OPERACIÓN MILMAN Y LOS ZURDOS
Por María Quintero y Daniel Bello
El martes a la mañana comenzó a circular por las redes un corte de video de aproximadamente 10 segundos en el cual se podía ver a Gerardo Milman, secretario de Seguridad Interior de la Nación, junto a Maximiliano Pullaro, ministro de Seguridad de la provincia de Santa Fe, en el que afirmaba que “afuera había muchos zurdos» y que ellos tenían que «saber que se iba por ellos”.
Dicho así, que el Ministerio de Seguridad diga que iba a salir para buscar zurdos era no sólo fuerte y polémico sino un signo claro de persecución ideológica que demandaba no sólo denuncias mediáticas, sobre todo por las connotaciones que los gobiernos de facto le han otorgado a la palabra “zurdo” en nuestro país.
Escuchar la afirmación de Milman y replicar esa información, bajo el dominio emocional que permiten las redes, resultaba tentador.
Sin embargo, la primera luz de alerta se encendía al chequear el contexto y el quién de la noticia: había sido la conferencia de prensa que se dio por la detención de «El Zurdo» Villaroel, un narcotraficante de Santa Fe detenido en Alto Verde tras 2 años prófugo.
Entonces, en ese marco era claro que lo que hizo Milman fue referirse a “los Villaroel” (a los narcotraficantes) y no a «los zurdos».
Esto no busca de ninguna manera limpiarle la cara a quien justificó la intervención de la AFSCA -y que fue partícipe necesario para la posterior sanción del decreto 267/15 que derogó parcialmente la LSCA- o que se copió del sitio «El rincón del vago» para hablar de la Las Maras.
Pero está claro que hubo una manipulación y una descontextualización en lo de Milman, bastaba tomarse unos minutos para buscar y chequear. Hubo una utilización de la palabra Zurdo con todas las connotaciones simbólicas de la palabra -triunfo comunicacional de la derecha- en el discurso adrede en la Conferencia de Prensa.
En una primera mirada uno podía intuir que era parte de la estrategia de provocación comunicacional del macrismo. A esta altura del primer año gobierno, sabemos que si hay una estigmatización que no le preocupa a la derecha en general y menos aún al gobierno de Cambiemos en particular es la de ser “perseguidores políticos”. Basta con ver el aval a Gerardo Morales en Jujuy tras la continua violación a los Derechos Humanos y a la justicia nacional e internacional en el Caso de Milagro Sala para darse cuenta.
Sin embargo…
En una segunda mirada también esta operación política de la Conferencia de Prensa de Milman podía verse la verdadera estrategia:
La noticia continuo el mismo martes a la noche cuando surgió un audio en el que Pullaro le decía a Burzaco, Secretario de Seguridad de la Nación Argentina, que iba a decir una «mentirita» sobre el tema del WhatsApp en la rueda de prensa que darían sobre la detención del Zurdo Villaroel.
Esto generó que el abogado de Villaroel hablara de «un circo mediático que no es serio».
Y acá, entonces, aparecía el hecho realmente importante, una cadena de complicidades y manipulación de pruebas en el Ministerio de Seguridad. Ante esto ese corte de video de la conferencia de prensa queda más como un producto de las centrales de inteligencia para generar una cortina de humo y ocultar la gravedad del hecho.
Más allá del llamado a la reflexión en el manejo de la información y el chequeo de fuentes, se afirma la necesidad de seguir trabajando en la generación de un sentido crítico que nos permita no terminar presxs de operaciones que cuentan – y necesitan- para cumplirse con la reacción y acción de nuestras emociones en las redes.